1. QUE ES EL PENSAMIENTO ESPACIAL?
El pensamiento espacial
o razonamiento espacial,Es una habilidad que tenemos por lo menos la mayoría de
las personas de visualizar algo inexistente, crearlo, poder manipularlo en el
"espacio", típico.
usualmente cuando
alguien quiere explicar algún objeto mueve las manos para poder señalar
dimensiones, forma, etc. Y si la otra persona receptora esta en sintonía puede
tener una visualización mas acertada de lo que se le esta explicando.

2. PENSAMIENTO ESPACIAL Y
SISTEMAS GEOMÉTRICOS
El estudio de la geometría intuitiva en los
currículos de las matemáticas escolares se había abandonado como una
consecuencia de la adopción de la “matemática moderna”. Desde un punto de vista
didáctico, científico e histórico, actualmente se considera una necesidad
ineludible volver a recuperar el sentido espacial intuitivo en toda la
matemática, no sólo en lo que se refiere a la geometría.
Howard Gardner en su teoría de las múltiples
inteligencias considera como una de estas inteligencias la espacial y plantea
que el pensamiento espacial es esencial para el pensamiento científico, ya que
es usado para representar y manipular información en el aprendizaje y en la
resolución de problemas. El manejo de información espacial para resolver
problemas de ubicación, orientación y distribución de espacios es peculiar a
esas personas que tienen desarrollada su inteligencia espacial. Se estima que
la mayoría de las profesiones científicas y técnicas, tales como el dibujo
técnico, la arquitectura, las ingenierías, la aviación, y muchas disciplinas
científicas como química, física, matemáticas, requieren personas que tengan un
alto desarrollo de inteligencia espacial.
La propuesta de Renovación Curricular avanzó en
este proceso enfatizando la geometría activa como una alternativa para
restablecer el estudio de los sistemas geométricos como herramientas de
exploración y representación del espacio.
En los sistemas geométricos se hace énfasis en el
desarrollo del pensamiento espacial, el cual es considerado como el conjunto de
los procesos cognitivos mediante los cuales se construyen y se manipulan las
representaciones mentales de los objetos del espacio, las relaciones entre
ellos, sus transformaciones, y sus diversas traducciones a representaciones
materiales.
Los sistemas geométricos se construyen a través de
la exploración activa y modelación del espacio tanto para la situación de los
objetos en reposo como para el movimiento. Esta construcción se entiende como
un proceso cognitivo de interacciones, que avanza desde un espacio intuitivo o
sensorio-motor (que se relaciona con la capacidad práctica de actuar en el
espacio, manipulando objetos, localizando situaciones en el entorno y
efectuando desplazamientos, medidas, cálculos espaciales, etc.), a un espacio
conceptual o abstracto relacionado con la capacidad de representar internamente
el espacio, reflexionando y razonando sobre propiedades geométricas abstractas,
tomando sistemas de referencia y prediciendo los resultados de manipulaciones
mentales.
Este proceso de construcción del espacio está
condicionado e influenciado tanto por las características cognitivas
individuales como por la influencia del entorno físico, cultural, social e
histórico. Por tanto, el estudio de la geometría en la escuela debe favorecer
estas interacciones. Se trata de actuar y argumentar sobre el espacio
ayudándose con modelos y figuras, con palabras del lenguaje ordinario, con
gestos y movimientos corporales.
Geometría activa
Para lograr este dominio del espacio se sugiere el
enfoque de geometría activa que parte de la actividad del alumno y su
confrontación con el mundo. Se da prioridad a la actividad sobre la
contemplación pasiva de figuras y símbolos, a las operaciones sobre las
relaciones y elementos de los sistemas y a la importancia de las
transformaciones en la comprensión aun de aquellos conceptos que a primera
vista parecen estáticos. Se trata pues de ‘hacer cosas’, de moverse, dibujar,
construir, producir y tomar de estos esquemas operatorios el material para la
conceptualización o representación interna. Esta conceptualización va
acompañada en un principio por gestos y palabras del lenguaje ordinario, hasta
que los conceptos estén incipientemente construidos a un nivel suficientemente
estable para que los alumnos mismos puedan proponer y evaluar posibles
definiciones y simbolismos formales.
Veamos la diferencia entre mostrar y hacer, entre
observar y actuar, entre simbolizar y conceptualizar en algunos ejemplos
concretos.
La geometría activa es una alternativa para
restablecer el estudio de los sistemas geométricos como herramientas de
exploración y representación del espacio.
Cuerpos, superficies y
líneas
Al pasar las manos por las caras o superficies de
objetos, muebles y paredes se aprecia más que con cualquier definición la
diferencia entre cuerpos y superficies, y entre superficies planas y curvas. La
interrupción del movimiento prepara el concepto de superficie como frontera de
un cuerpo, y el movimiento de la mano prepara el concepto de plano, el de
región y el de área.
Al pasar el dedo por el borde común de dos
superficies se aprecia la diferencia entre superficie y línea y entre línea
recta y curva, y se prepara el concepto de longitud y el de prolongación de una
línea en la misma dirección y sentido del movimiento del dedo. La interrupción
del movimiento prepara el concepto de línea como frontera de una superficie, y
el movimiento del dedo prepara el concepto de línea recta, el de segmento y el
de longitud.
Al terminar el recorrido de un borde que termina en
punta, esa interrupción del movimiento prepara el concepto de punto.
Se sugiere la prioridad del cuerpo sobre la
superficie, de ésta sobre la línea y de ésta sobre el punto 11.
Ángulo: los niños de 1, 2“ ó
3“ grado han tenido la oportunidad de dar vueltas completas, medias vueltas y
cuartos de vueltas en sus juegos. Partiendo de esta experiencia, la
aproximación activa al ángulo de giro puede lograrse muy fácilmente al extender
el brazo y luego girarlo hasta detenerse en otra posición. Si se deja como
señal de la posición inicial un palo o una pita o una marca en la pared, y se
barre un ángulo de giro con el propio brazo y se mira la posición en que se
detuvo, se puede llegar a una apreciación cualitativa de mayor a menor amplitud
o apertura del ángulo de giro.
Después de estabilizar la construcción de este
concepto, se puede aceptar el ángulo pintado en el cuaderno como la huella de
un giro que ya pasó. Así el ángulo orientado aparece primero que el ángulo sin
orientación y se puede saber de qué ángulo se trata mientras se recuerde el
giro que lo trazó. El giro es activo y el ángulo está pintado estáticamente.
Desarrollo del
pensamiento geométrico
La moderna investigación sobre el proceso de
construcción del pensamiento geométrico indica que éste sigue una evolución muy
lenta desde las formas intuitivas iniciales hasta las formas deductivas
finales, aunque los niveles finales corresponden a niveles escolares bastante más
avanzados que los que se dan en la escuela.
El modelo de Van Hiele es la propuesta que parece
describir con bastante exactitud esta evolución y que está adquiriendo cada vez
mayor aceptación a nivel internacional en lo que se refiere a geometría
escolar.
Van Hiele propone cinco niveles de desarrollo del
pensamiento geométrico que muestran un modo de estructurar el aprendizaje de la
geometría. Estos niveles son:
El Nivel 1. Es el nivel de la
visualización, llamado también de familiarización, en el que el alumno percibe
las figuras como un todo global, sin detectar relaciones entre tales formas o
entre sus partes. Por ejemplo, un niño de seis años puede reproducir un
cuadrado, un rombo, un rectángulo; puede recordar de memoria sus nombres. Pero
no es capaz de ver que el cuadrado es un tipo especial de rombo o que el rombo
es un paralelogramo particular. Para él son formas distintas y aisladas.
En este nivel, los objetos sobre los cuales los
estudiantes razonan son clases de figuras reconocidas visualmente como de “la
misma forma”.
Estas propiedades van siendo comprendidas a través
de observaciones efectuadas durante trabajos prácticos como mediciones, dibujo,
construcción de modelos, etc. El niño, por ejemplo, ve que un rectángulo tiene
cuatro ángulos rectos, que las diagonales son de la misma longitud, y que los
lados opuestos también son de la misma longitud. Se reconoce la igualdad de los
pares de lados opuestos del paralelogramo general, pero el niño es todavía
incapaz de ver el rectángulo como un paralelogramo particular.
En este nivel los objetos sobre los cuales los
estudiantes razonan son las clases de figuras, piensan en términos de conjuntos
de propiedades que asocian con esas figuras.
El Nivel 3. Llamado de
ordenamiento o de clasificación. Las relaciones y definiciones empiezan a
quedar clarificadas, pero sólo con ayuda y guía. Ellos pueden clasificar
figuras jerárquicamente mediante la ordenación de sus propiedades y dar
argumentos informales para justificar sus clasificaciones; por ejemplo, un
cuadrado es identificado como un rombo porque puede ser considerado como “un
rombo con unas propiedades adicionales”. El cuadrado se ve ya como un caso
particular del rectángulo, el cual es caso particular del paralelogramo.
Comienzan a establecerse las conexiones lógicas a través de la experimentación
práctica y del razonamiento.
En este nivel, los objetos sobre los cuales razonan
los estudiantes son las propiedades de clases de figuras.
El Nivel 4. Es ya de
razonamiento deductivo; en él se entiende el sentido de los axiomas, las
definiciones, los teoremas, pero aún no se hacen razonamientos abstractos, ni
se entiende suficientemente el significado del rigor de las demostraciones.
Las investigaciones de Van Hiele y de los
psicólogos soviéticos muestran que el paso de un nivel a otro no es automático
y es independiente de la edad. Muchos adultos se encuentran en un nivel 1
porque no han tenido oportunidad de enfrentarse con experiencias que les ayuden
a pasar al nivel 2.
Sin embargo, algunos estudios han mostrado que la
población estudiantil media no alcanza los dos últimos niveles, especialmente
el del rigor, pues exige un nivel de cualificación matemático elevado, y que no
hay mucha diferencia entre estos dos niveles.
Parece que los estudiantes deben recorrer un largo
trecho entre los tres primeros niveles y los últimos de rigor y formalización,
y que ese trecho no ha sido investigado suficientemente para detectar a su vez
la existencia de niveles intermedios.
Aunque estos niveles son una aproximación aceptable
a las posibles etapas en las que progresa el pensamiento geométrico, los
docentes debemos ser críticos con respecto a ellos, pues no parecen dirigidos a
lo que parecen ser los logros más importantes del estudio de la geometría: la
exploración del espacio, el desarrollo de la imaginación tridimensional, la
formulación y discusión de conjeturas, jugar con los diseños y teselaciones del
plano y sus grupos de transformaciones. La propuesta de geometría activa, que
parte del juego con sistemas concretos, de la experiencia inmediata del espacio
y el movimiento, que lleva a la construcción de sistemas conceptuales para la
codificación y el dominio del espacio, y a la expresión externa de esos
sistemas conceptuales a través de múltiples sistemas simbólicos, no coincide
con la descripción de Van Hiele, más orientada a la didáctica clásica de la
geometría euclidiana y al ejercicio de las demostraciones en T o a doble
columna.
Otro aspecto importante del pensamiento espacial es
la exploración activa del espacio tridimensional en la realidad externa y en la
imaginación, y la representación de objetos sólidos ubicados en el espacio.
Al respecto Lappan y Winter, afirman:
A pesar de que vivimos en un mundo tridimensional,
la mayor parte de las experiencias matemáticas que proporcionamos a nuestros
niños son bidimensionales. Nos valemos de libros bidimensionales para presentar
las matemáticas a los niños, libros que contienen figuras bidimensionales de
objetos tridimensionales. A no dudar, tal uso de “dibujos” de objetos le supone
al niño una dificultad adicional en el proceso de comprensión. Es empero,
necesario que los ni ños aprendan a habérselas con las representaciones
bidimensionales de su mundo. En nuestro mundo moderno, la información seguirá
estando diseminada por libros y figuras, posiblemente en figuras en movimiento,
como en la televisión, pero que seguirán siendo representaciones
bidimensionales del mundo real” 12.
Para comunicar y expresar la información espacial
que se percibe al observar los objetos tridimensionales es de gran utilidad el
uso de representaciones planas de las formas y relaciones tridimensionales. Hay
distintos tipos de tales representaciones. Cada una es importante para resaltar
un aspecto, pero es necesario utilizar varias a la vez para desarrollar y
completar la percepción del espacio.
La representación en el plano de cuerpos sólidos o
de objetos de la realidad, puede hacerse mediante dibujos de vista única o
dibujos de vista múltiples. Los dibujos de vista única son aquellos en los que
se ilustran las tres dimensiones del objeto en una sola vista, con lo cual se
logra representar el objeto de una manera muy próxima a la realidad. Hay dos
maneras de hacer estos dibujos: mediante axonometrías y mediante perspectivas
cónicas.
Los dibujos de vistas múltiples representan los
objetos a través de una serie fragmentada de vistas relacionadas” 13.
El dibujo en perspectiva se puede utilizar con
mucho provecho para la educación estética, y para el ejercicio de las
proyecciones de objetos tridimensionales en la hoja de papel, y de la hoja de
papel al espacio. Para esto último se puede empezar por dibujar cubos y cajas
en perspectiva, de manera que unos oculten parcialmente a los otros, y luego
tratar de colocar cubos y cajas de cartón sobre una mesa de manera que se vean
como en el papel. Aun en el dibujo en perspectiva es difícil dibujar las
elipses que representan las distintas maneras como aparece un círculo desde
distintos puntos de vista. Por eso puede ser aconsejable limitar la perspectiva
a figuras rectilíneas, a menos que los mismos alumnos quieran explorar cómo se
dibujan las tapas de las alcantarillas en las calles ya dibujadas en
perspectiva.
Las transformaciones
En la actualidad, gran parte de la geometría
escolar se ha ocupado del movimiento de figuras geométricas desde una posición
a otra, y de movimientos que cambian el tamaño o la forma. El estudio de las
transformaciones de figuras ha ido progresivamente primando sobre la
presentación formal de la geometría, basada en teoremas y demostraciones y en
el método deductivo.
La primacía de las figuras muertas y de las
relaciones de paralelismo y perpendicularidad de líneas, y las de igualdad o
congruencia o semejanza de figuras ocultaron por mucho tiempo el origen activo,
dinámico de los conceptos geométricos, y dejaron en la penumbra las
transformaciones. Los sistemas geométricos se redujeron a sus componentes, como
los puntos, líneas y planos, segmentos de recta y curvas, y figuras compuestas
por ellos, con sólo la estructura dada por las relaciones mencionadas.
Esta propuesta intenta devolver la dinámica a los
sistemas geométricos, con sus operadores y transformaciones, que resultan de
internalizar en forma de esquemas activos en la imaginación, los movimientos,
acciones y transformaciones que se ejecutan físicamente. Esto quiere decir que
una transformación no puede definirse, ni mucho menos simbolizarse formalmente,
antes de que los alumnos hayan hecho algunas transformaciones externas,
moviéndose ellos mismos y moviendo hojas, varillas y otros objetos, deformándolos,
rotándolos o deslizándolos unos sobre otros de manera física, de tal manera que
ya puedan imaginarse esos movimientos sin necesidad de mover o transformar algo
material, a lo más acompañando esta imaginación con movimientos del cuerpo o de
las manos” 14.
Cuando se estudien estos sistemas de
transformaciones, debe comenzarse por los desplazamientos que pueden hacerse
con el propio cuerpo, o deslizando objetos y figuras sobre el plano del piso,
del papel o del tablero. Con esto se llega primero a las rotaciones y a las
traslaciones. Se trata de ver qué tipo de movimientos conservan la dirección,
cuáles la orientación en el plano o en el espacio, cuáles cambian los órdenes
cíclicos de los vértices, sin definir verbalmente ninguna de estas
transformaciones.
En los talleres con los maestros hemos comprobado
la dificultad que tienen para distinguir esos aspectos activos que los niños
captan inmediatamente, y la resistencia que sienten al ver que en realidad no
se puede definir con palabras qué es traslación ni qué es rotación. Definirlas
por medio de las reflexiones es un engaño, pues tampoco se pueden definir las
reflexiones por medio de definiciones verbales.
Las reflexiones no pueden hacerse con figuras de
material concreto: o se hacen en el cerebro o no pueden hacerse. La ayuda de
espejos, láminas semitransparentes, calcado en papel transparente o de copia,
etc., pueden ayudar al cerebro a interiorizar, reversar y coordinar las
reflexiones pero no pueden suplantarlo. Por lo tanto, no se debe comenzar por las
reflexiones para obtener las rotaciones y las traslaciones.
De esta manera se propone que se trabaje la
geometría por medio de aquellas transformaciones que ayuden a esa exploración
activa del espacio y a desarrollar sus representaciones en la imaginación y en
el plano del dibujo.
3.NOCIÓN DEL ESPACIO:
La noción de
espacio el niño la adquiere con cierta lentitud. Al principio tiene un concepto muy concreto del espacio: su
casa, su calle; no tiene siquiera idea de la localidad en que vive. Pero esa
noción se desarrolla más rápidamente que la de tiempo, porque tiene referencias
más sensibles. El niño de seis o siete años no esta aun en condiciones de
reconocer lo que es su país desde el punto de vista Geográfico y es probable
que piense que "Venezuela" es la ciudad
donde vive, y/o, que "Caracas" es su barrio o sector residencial; los
niños que viajan a otras ciudades o a países vecinos, en cambio, aprenden
rápidamente a diferenciar ciudad y país. Hasta los ocho o nueve años, no se
adquiere la noción de espacio geográfico, por eso la lectura de mapas y de globos
terráqueos no es una labor sencilla, pues requiere una habilidad especial para
interpretar numerosos símbolos, signos y captar las
abstracciones que estos medios suponen.
ETAPA
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PERCEPCIÓN Y SUGERENCIAS
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ACTIVIDADES PARA REALIZAR
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De 5 a 8 años
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El niño empieza a dominar el ambiente en que vive y es capaz de imaginar condiciones de vida distintas de
las que le rodean.
Apenas tiene experiencia. Posee unos intereses concretos. Su
pensamiento es intuitivo y egocéntrico. Sólo posee una idea concreta del
espacio. Define las cosas por su uso. La memoria se ejercitará a partir de los ocho años en aprender las definiciones
más usuales.
|
Actividades concretas y observaciones intuitivas sobre lo que le
rodea, ya que esto le interesa. Enseñarles a encontrar puntos de referencia
(cerros, edificios, árboles visibles). Conviene aprovechar el afán coleccionista que es muy
fuerte hacia los ocho y nueve años. Puede coleccionar fotos de países; buscar el origen de bienes de la casa.
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De 9 a 11 años
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A partir de los diez años los niños manifiestan una transformación
rápida. Empiezan a liberarse del egocentrismo infantil, adquiriendo un
pensamiento más objetivo. Ya son capaces de entrever la idea de causa. Pero su pensamiento
posee una estructura en la que descubre las relaciones causa-efecto más por intuición que
por un proceso reflexivo. Es el pensamiento preconceptual. Aparecen ahora, los
intereses especiales. Los niños entienden ya bien lo que leen, tienen una
imaginación viva, y una memoria que se desarrolla rápidamente y que les
permiten aprender y retener gran cantidad de datos. Se desarrolla progresivamente el
proceso de localización. La capacidad de una observación más objetiva se orientará al estudio del medio local. El medio deja
de ser una realidad global para convertirse en objeto de análisis. Estas observaciones directas y analíticas le proporcionan elementos
de juicio para empezar a razonar, clasificar y captar la interdependencia de
unos hechos con otros. La enseñanza tiene un tono más bien descriptivo e
|
El estudio del medio local sirve para adquirir un método de comprensión de los fenómenos
naturales y de la vida humana. Para ello, a partir de lugares conocidos, como
la plaza, museos, etc., puede pedírsele que se ubique en un mapa, que
encuentre rutas alternativas; luego los centros urbanos cercanos y finalmente
toda la región, pero siempre a partir de los lugares que ya conozca. Puede
pedírsele que identifique los lugares que le gustaría conocer en las
cercanías, lo que luego podría dar lugar a un proyecto de aula. La memoria puede ser el medio para el aprendizaje de un vocabulario fundamental, al igual que una retención de los
datos imprescindibles. Se debe orientar al niño a que utilice sus conocimientos
elementales de otras materias para una mejor comprensión e integración.
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intuitivo, pero la observación y el análisis deben ser completados con
clasificaciones sencillas. El niño de esta edad es ya capaz de generalizar
aunque de un modo limitado
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De 12 a 15 años
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El movimiento de autoafirmación propio de la pubertad, favorece la toma de conciencia de las relaciones del sujeto y su medio. El pensamiento del adolescente
se sitúa en un nivel conceptual, posee mayor capacidad para generalizar y
usar abstracciones; cada vez es más capaz de un aprendizaje que implique
conceptos y símbolos en lugar de imágenes de cosas concretas. Es el paso del pensamiento lógico-concreto al
pensamiento lógico-abstracto. Aunque los alumnos siguen interesados por lo
descriptivo, poco a poco precisan una explicación de los fenómenos. Hay que
tener en cuenta que la facultad de razonamiento abstracto evoluciona
lentamente en el adolescente, y el grado y ritmo de ese desarrollo varía
considerablemente de un sujeto a otro. Por ello es preferible prescindir todavía,
en términos generales, de exposiciones explicativas de teorías muy complejas.
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Enseñársele a razonar y relacionar, a organizar y clasificar los
conceptos. Las descripciones deben acompañarse, gradualmente, de
razonamientos concretos y explicaciones teóricas, haciendo ver las
interrelaciones de los fenómenos sociales, políticos, económicos, etc.
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El niño reconoce el
espacio en la medida en que aprende a dominarlo. Baldwin, Stern , distinguen en
los niños un "espacio primitivo" o "espacio bucal", un
"espacio próximo o de agarre" y un "espacio lejano", que el
niño aprende a dominar y que paulatinamente va descubriendo , a medida que
aprende a moverse por sí solo.
El espacio lejano
es al principio poco diferenciado. Debido a la inmadurez de la adaptación y de
la convergencia, los niños de un año ni siquiera perciben los objetos que se
hallan distantes, que constituyen para ellos tan solo un fondo indeterminado.
Con la valoración
de la distancia se relaciona también la valoración de las dimensiones de los
diferentes objetos. Para pequeñas distancias y figuras sencillas existe ya una
constancia de dimensión o magnitud, en el segundo año de edad. La exacta
valoración de las dimensiones de un objeto en distintas alternativas coincide
con la comprensión del acortamiento de la perspectiva de los objetos. La
comprensión de las perspectivas representadas es el aspecto más complejo de la
representación espacial y se desarrolla más tarde.
El punto esencial
del desarrollo general de la comprensión del espacio es la transición del sistema de cálculo (coordenadas)
fijado en el propio cuerpo a un sistema con puntos de referencia libremente
móviles.
En conclusión se
puede decir que las nociones espaciales reflejan sensaciones corporales y
estados emocionales. Las elecciones al representar responden a una forma de
sentir y de vincularse con los elementos, las personas y con el propio cuerpo.
En sus primeras manifestaciones gráficas, la expresión del
niño está centrada en el "yo" y los vínculos que va desarrollando con
el medio. No le interesa establecer un orden en la representación de los
elementos. La hoja es un soporte que le permite volcar ideas como un recipiente
a ir llenando. Cada espacio es una posibilidad de incorporar elementos valiosos
para él, aunque los dispongan en forma inconexa. A medida que el niño crece,
surge la necesidad de establecer un orden y vínculos espaciales en sus
representaciones.
La evolución en el modo de ver
el espacio es muy personal y responde a
niveles de maduración que no pueden ser forzados. De nada sirve proponer desde
la visión del adulto determinadas soluciones espaciales, pues
estas, para que sean significativas para los niños, tienen que partir de
descubrimientos personales. Se los puede ayudar a ampliar la conciencia en
relación al espacio circundante con actividades y juegos que les resulten
afectivamente atractivos y los confronten con desafíos diversos. Existen una
serie de soluciones espaciales que aparecen en los dibujos infantiles que no
tienen que ver con la captación visual, sino con los conceptos y emociones que desean
reflejar. La necesidad de narrar lo que les es significativo y conocen de
lugares, mecanismos y objetos hace que dibujen elementos
"transparentes" para que se vea su interior. En ciertas ocasiones,
expresan en un mismo dibujo dos situaciones
que ocurren en distintos tiempos. También suelen dibujar diferentes puntos de
vista para un mismo objeto, materializando así su experiencia en relación a
este y una incipiente expresión del volumen. Cuando en los
niños surge la necesidad de elaborar imágenes más realistas, es el momento de
ayudarlos a agudizar la observación.
Las palabras ahora,
hoy, ayer y mañana pueden señalar en su uso, cada vez un sector distinto del
tiempo real. En los niveles evolutivos prematuros, el niño se orienta en el
tiempo a base de signos esencialmente cualitativos extra temporales.
El posterior
desarrollo de las aptitudes para una más correcta localización y comprensión
del orden de sucesión se relaciona con la toma de conciencia de las
dependencias causales y del dominio de las relaciones
cuantitativas de las magnitudes del tiempo.
El sentido de
temporalidad, es decir, la noción de tiempo es una de las más difícilmente
accesibles a los escolares entre ocho y los doce años. Si se hace un análisis
detenido de las descripciones de Piaget respecto de las
diferentes capacidades de aprendizaje de los niños a través de sus etapas de
desarrollo cognitivo, se puede ver que las nociones de espacio y tiempo surgen
y se desarrollan lentamente, casi confusamente. A menudo se puede ver, desde la
experiencia práctica, que durante los primeros 10 años de vida los niños tienen
un difícil trabajo para "hacerse la idea" de cómo es el desarrollo
del tiempo con que medimos la historia, o de lo que
significan los espacios que están más allá de lo que él o ella conoce.
Hasta los siete u
ocho años e incluso más, es insuficiente la idea o noción de duración y de
pasado.
Hasta los siete
años la expresión "la semana pasado" no adquiere sentido para ellos.
Piaget señala la dificultad con que los niños adquieren la noción de edad,
sucesión, duración, anterioridad y posterioridad. Muy lentamente llegan a
formar el concepto de un largo tiempo histórico anterior a ellos porque no los
pueden hacer objeto de una observación directa. De ahí también la dificultad
para comprender las sociedades, instituciones y móviles de la conducta de los adultos. El
niño apenas conoce más que a su familia y sólo lentamente
y de manera elemental va adquiriendo alguna noción de la vida. Casi siempre los
temas de Ciencias Sociales rebasan
la comprensión de los alumnos por eso convendría tener en cuenta el esquema de
Piaget, porque los procesos de la inteligencia influyen en la
asimilación y acomodación, es decir, que si algo no se comprende tampoco se
podrá asimilar. Por otra parte, no existe inconveniente en ir preparando el
camino de un aprendizaje histórico basado en la narración de hechos desde los
primeros cursos de escolaridad, que favorecerán en el niño la aparición de un
cierto sentido de conciencia histórica.
ETAPA
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PERCEPCIÓN Y SUGERENCIAS
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ACTIVIDADES PARA REALIZAR
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De los 5 a los 8 años
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La enseñanza deberá partir del entorno en donde se encuentra la escuela, por medio de elementos históricos existentes. Por ejemplo: una
placa, una inscripción, una leyenda, etc.
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En esta edad le gustan los acontecimientos emocionantes, se podría
utilizar la narración dramatizada para provocar la creación de vivencias emotivas.
Los hechos y acontecimientos deben presentarse en forma anecdótica, sin
sentido de tiempo ni espacio, pues no hay que olvidar que la noción de pasado
histórico no existe en el niño de esta edad. Para una mayor eficacia los temas deben ir dirigidos más hacia la imaginación y la
sensibilidad que a la inteligencia misma.
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De 9 a 11 años
|
El niño se interesa por la vida de grandes personajes, por el origen
de las cosas, por la biografía y la leyenda.
En este momento se le iniciará en el conocimiento del hecho histórico biográfico con idea de espacio, pero con escasa
comprensión del tiempo.
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La enseñanza se debería orientar de tal manera que permitiese al niño
la observación de los hechos históricos (en la medida en que estos sea
observables) en los escenarios naturales o por medio de proyecciones
cinematográficas. Ese interés por conocer la vida de los personajes es por un afán imitativo, por
lo que cual se podría hacer girar los hechos históricos en torno a personajes destacados, sabiendo la
dificultad que supone el presentar modelos para ser imitados.
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De 12 a 14 años
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Las características psicológicas del niño de estas edades permiten un
estudio más sistemático de las Ciencias Sociales. En este momento se interesa
ya por los hechos reales, por la vida de los grandes hombres; exige detalles
sobre el lugar y la época; quiere saber la cómo empiezan y terminan los
hechos. Hay interés por conocer las repercusiones de los hechos. La capacidad
para la comprensión de las nociones espacio-tiempo provocará en el niño la
habilidad práctica de ordenar cronológicamente los sucesos.
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A partir de hechos y personajes ya conocidos, se puede desarrollar los
hechos y acontecimientos de una época o un evento histórico importante y
destacado, con más detalles que los conocidos en la etapa anterior, y
preparándolo para lo que serán las explicaciones de causas y efectos que
vendrán en los años venideros.
Se recomienda el uso de líneas de tiempo, tanto impresas para que el
niño las conozca, como que él mismo diseñe sus líneas de tiempo histórico.
|
En conclusión se
puede decir que la comprensión del tiempo está muy relacionada al conocimiento
físico y social; y el niño lo construye a través de las siguientes fases:
1. Concibe el tiempo
solamente relacionado al presente, no contempla mentalmente el pasado ni el
futuro. Tiene una dimensión única del tiempo.
2. Comienza a entender
que el tiempo es un continuo, que las cosas existen antes de ahora y que
existirán después de ahora.
3. Usa el término de
mañana o ayer, quizás no acertadamente, pero con indicios de que comprende la
existencia de un pasado y un futuro.
4. Reconstruye hechos
pasados, pero no lo hace secuencial ni cronológicamente. Por ejemplo, si le
pedimos que nos cuente cómo hizo su pintura, lo podrá contar,
pero no secuencialmente, por dónde empezó, que hizo después y así
sucesivamente.
5. Reconstrucción
secuencial y cronológica del tiempo y comprensión de las unidades
convencionales del mismo. Por ejemplo: semana, mes, hora, etc. En esta fase el
niño ya comienza a mostrar una visión objetiva del tiempo.
Es una imagen interiorizada del
mundo exterior. Cuando el bebé comienza a entender que los objetos y las
personas siguen existiendo aun cuando él no las vea ni actúa sobre ellos, está
comenzando a hacer representaciones mentales y por ende, su proceso de
pensamiento está iniciándose.
Es por ello que se
señala que el período preescolar es esencialmente el momento del crecimiento de
la habilidad del niño para usar representaciones. Este proceso implica un
enorme avance hacia la independencia del niño con
respecto al "aquí y ahora" y a los objetos concretos de su mundo.
La representación
la construye el niño a través de las siguientes fases y niveles:
1. Imitación Diferida:
imitación de un acto complicado aunque carezca de modelo. Por ejemplo:
hacer arepitas, esto da muestras de que el niño es capaz de tener en su mente
(representado) un patrón de gestos sin verlo delante de sí.
2. Representación a un
nivel señal: en esta fase el niño reconoce el objeto a través de una de sus
partes o de un efecto producido por él. Por ejemplo: el teléfono por su timbre, la
madre por su voz.
b. Simulación:
utilización de objetos para representar otro. Por ejemplo un palito para
representar un avión.
c. Onomatopeyas:
emisiones de sonidos de lo representado.
d. Modelos
bidimensionales: como por ejemplo dibujos, pinturas, etc.
e. Modelos
tridimensionales: como modelados con masa, Plastilina, barro, construcciones
con bloques, etc.
3. Representación a
nivel simbólico: en esta fase el niño representa su mundo a través de acciones u objetos que
tienen una relación o semejanza con la realidad representada. Por ejemplo:
dramatizar a la mamá haciendo comida. Existen cinco tipos de representaciones
simbólicas:
4. Representaciones a
nivel de signo: en esta fase el niño es capaz de representar su mundo a través
de signos, que son representaciones arbitrarias compartidas por la sociedad (palabras habladas
o escritas, números, gráficos), que no tienen
ninguna semejanza concreta con lo que precisa.
4 .punto QUE SISTEMA LO
SOPORTA
lo soporta el sistema geometrico que es el que trabaja las formas
geométricas y sus estructuras y como analizar sus características y relaciones.
La visualización espacial entendida como la construcción y la manipulación de representaciones
mentales de objetos de dos y tres dimensiones y la percepción de los objetos
desde diferentes perspectivas, es un aspecto muy importante de este
pensamiento.
EL PENSAMIENTO ESPACIAL
El pensamiento
espacial, se define como el conjunto de los procesos cognitivos mediante los cuales se
construyen y se manipulan las representaciones mentales de los objetos del
espacio, las relaciones entre ellos, sus transformaciones, y sus diversas traducciones o
representaciones materiales en ella se contempla las actuaciones del sujeto en
todas sus dimensiones y relaciones espaciales para interactuar de diversas
maneras con los objetos situados en el espacio, desarrollar variadas
representaciones y, a través de la coordinación entre ellas, hacer acercamientos
conceptuales que favorezcan la creación y manipulación de nuevas
representaciones mentales.
El pensamiento espacial
pareciera haber sido tratado tradicionalmente como una habilidad carente de
conocimiento o difícilmente asociable al mismo. En tal sentido, la tradición
pedagógica ha perpetuado un error que de no haberse cometido podría significar que
el estadío tecnológico actual fuese muy distinto.
este pensamiento
comprende el estudio geometría, los estudiantes aprenden acerca de las formas
Hay que señalar que la
representación visual, en su evolución, siempre intenta simular la perspectiva
tridimensional. Y la capacidad para traducir entre representaciones
bidimensionales y tridimensionales es fundamental para ampliar las
posibilidades del pensamiento espacial. Por ejemplo: un mapa conceptual bien
puede derivar en una red tridimensional, y un mapa mental bien podría ser un
conjunto de terminales en el espacio alrededor de un núcleo.
SISTEMA GEOMÉTRICO
El sistema geométrico y
de medidas busca formalizar y potenciar el conocimiento intuitivo que tiene el
estudiante de su realidad espacio- temporal, por medio de la identificación de
formas y medida de sólidos.
El tratamiento de la
noción de medida favorece la interpretación numérica de la realidad, estimando
de manera objetiva las características físicas de distintos elementos y
situaciones en su contexto.
Este sistema posibilita
el desarrollo de destrezas y habilidades desarrolladas con la comprensión y el
manejo de entes matemáticos distintos de los numéricos, mediante el contacto
con formas y cuerpos tomados de su entorno.
Una figura
geométrica es un conjunto cuyos elementos son puntos. La geometría es la
rama de las matemáticas que se dedica al estudio de las propiedades y de las
medidas de las figuras en el espacio o en el plano, estudia sus características:
forma, extensión, posición relativa, propiedades.
5. ELEMENTOS DEL PENSAMIENTO ESPACIAL
En el pensamiento espacial se debe:
-Habilidad para imaginar una representación tridimensional desde
distintas perspectivas
-Habilidad para visualizar - concreta
mente e imaginariamente - efectos de reflexión e inversión de objetos-imágenes.
-Comprender objetos tridimensionales partiendo de gráficos bidimensionales y viceversa.
-Comprender objetos tridimensionales partiendo de gráficos bidimensionales y viceversa.
PROPIEDADES
Se trata pues de ‘hacer cosas’, de
moverse, dibujar, construir, producir y tomar de estos esquemas operatorios el
material para la conceptualización o representación interna. Esta
conceptualización va acompañada en un principio por gestos y palabras del
lenguaje ordinario, hasta que los conceptos estén incipientemente construidos a
un nivel suficientemente estable para que los alumnos mismos puedan proponer y
evaluar posibles definiciones y simbolismos formales
RELACIONES
Las relaciones son las distintas
conexiones que podemos hacer entre los elementos.
Estas relaciones y elementos se agrupan
en tres grandes bloques y que a la vez, según Piaget, determinan el orden en
que son adquiridos por los niños:
Relaciones topológicas: Son aquellas
relaciones que no varían por una deformación
bicontinua (dos veces continua, que no varía ni por estirar ni por
girar).
Ejemplos: Número de lados, abierto,
cerrado, orden.
Relaciones proyectivas: Son las relaciones que varían al cambiar el
punto de proyección (el punto de vista desde donde los miro).
Ejemplos: arriba, abajo, derecha,
detrás, delante.
Relaciones métricas: Son todas las
relaciones que dependen de medidas.
Ejemplo: paralelo, ángulo recto.
OPERACIONES
Las operaciones lógico matemáticas como son clasificación, seriación, noción de número, representación, noción de espacio y de tiempo como una vía mediante la cual el niño conformará su estructura intelectual.
Hola Cristina Alejandra. Tu trabajo lo he tomado como referencia en un trabajo de la Universidad y por ende deseo saber si es posible me envies tu nombre completo para hacer dicha referencia. Mil gracias.
ResponderEliminarIván.
Hola Cristina Alejandra. Tu trabajo lo he tomado como referencia en un trabajo de la Universidad y por ende deseo saber si es posible me envies tu nombre completo para hacer dicha referencia. Mil gracias.
ResponderEliminarIván.
Espectacular
ResponderEliminarEspectacular
ResponderEliminarExelente trabajo lo estoy poniendo de referencia con estudiantes BI
ResponderEliminarsiga con esos trabajos, muy buenos y comprensibles.
ResponderEliminarExcelente material
ResponderEliminarMe parece muy apropiada esta información
ResponderEliminarexcelente información para utilizar
ResponderEliminarEs bueno el artículo y es deseable poder acceder a ejemplos concretos con ejercicios para cada nivel . Gracias
ResponderEliminarMuy buenos días.
ResponderEliminarTe felicito por este trabajo tan completo y muy bien estructurado.
Me gustaría saber que libro leyó o como obtuvo esa información tan importante que nos ha proporcionado, justamente para tomar com referencia bibliográfica
Quien putas escribio esto ahhh?? Den la informacion completa o vayan a dormir, cansones, uno todo trasnochado y quedo en las miamas
ResponderEliminarbuenas noches, me puedes regalar la informacion para citarlos de una manera adecuada
ResponderEliminarpor si alguien necesita la referencia, fue sacado de aqui: https://repository.unilibre.edu.co/bitstream/handle/10901/10408/Giraldo_Ruiz_2015.pdf?sequence=1&isAllowed=y
ResponderEliminarpor si el link se cae el articulo se llama APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO DEL PENSAMIENTO ESPACIAL Y SISTEMAS
GEOMÉTRICO, INTEGRANDO LAS TIC A TRAVÉS DE ACTIVIDADES
LÚDICAS EN EL PRIMER CICLO DE BÁSICA
por MARTHA LUCIA GIRALDO TRIANA y MARÍA ALEJANDRA RUIZ CERQUERA